

Varios hombres están sentados en el vestuario de un club de golf.
Después de una ronda, ducharme y cambiarme para el hoyo 19.
De repente suena un teléfono móvil en uno de los bancos.
Uno de los hombres lo recoge y se produce la siguiente conversación:
(H – Esposo, W – Esposa)
H – “¿Hola?”
W – “Cariño, soy yo. ¿Estás en el club?”
H – “Sí.”
W – “¡Genial! Estoy en el centro comercial a dos cuadras de donde estás. Acabo de ver un abrigo de cuero precioso. ¡Es precioso! ¿Puedo comprarlo?”
H – “¿Cuál es el precio?”
W – “Sólo $1,000.”
H – “Bueno, está bien, adelante, cómpralo, si tanto te gusta…”
W – “Ah, y también pasé por el concesionario Mercedes y vi los modelos de 2019. Vi uno que me gustó. Es un SLK. Hablé con el vendedor y me dio un precio muy bueno. Y como necesitamos cambiar el BMW que compramos el año pasado…”
H – “¿Qué precio te cotizó?”
W – “Solo $1,65,000…”
H – “Vale, pero por ese precio lo quiero con todas las opciones”.
W – ¡Genial! Pero antes de colgar, algo más…
H – “¿Qué?”
W – “Puede que parezca mucho, pero estaba cuadrando tu cuenta bancaria y pasé por la inmobiliaria esta mañana y vi la casa que vimos el año pasado. ¡Está en venta! ¿Te acuerdas? La que tiene piscina, jardín inglés, una hectárea de parque y una propiedad frente al mar.”
H – “¿Cuánto piden?”
W – “Solo $14,50,000 —un precio magnífico… y veo que tenemos esa cantidad en el banco para cubrir…”
H – “Bueno, entonces cómpralo, pero solo ofrece hasta $14.20.000. ¿De acuerdo?”
W – “Vale, cariño… ¡Gracias! ¡Nos vemos luego! Eres el mejor esposo del mundo. ¡Te quiero!”
H – “Adiós… Yo también te amo…”
El hombre cuelga y cierra la tapa del teléfono.
Los otros hombres lo miran con asombro y burla.
El marido levanta la mano mientras sostiene el teléfono y pregunta: “¿Alguien sabe de quién es este celular…???”

Un marido y una mujer están sentados tranquilamente en la cama, cada uno leyendo un libro.
De repente, la esposa cierra su libro, mira a su marido y le hace una pregunta delicada.
Esposa: ¿Qué harías si muriera? ¿Te volverías a casar?
Marido: ¿Qué? ¡Para nada!
Esposa: ¿Por qué no? ¿No te gusta estar casada?
Marido: Bueno, por supuesto que sí.
Esposa: Entonces ¿por qué no te volverías a casar?
Marido: Está bien, está bien, me casaría otra vez.
Esposa: ¿Lo harías? (con una mirada dolida)
Marido: (hace un gemido audible)
Esposa: ¿Vivirías en nuestra casa?
Marido: Claro, es una casa estupenda.
Esposa: ¿Dormirías con ella en nuestra cama?
Marido: ¿Dónde más dormiríamos?
Esposa: ¿La dejarías conducir mi auto?
Marido: Probablemente, es casi nuevo.
Esposa: ¿Podrías reemplazar mis fotos con las de ella?
Marido: Eso parecería ser lo correcto.
Esposa: ¿Le darías mis joyas?
Marido: No, estoy seguro que ella querría el suyo propio.
Esposa: ¿La llevarías a jugar al golf contigo?
Marido: Claro, jugar al golf juntos siempre es divertido.
Esposa: ¿Ella usaría mis palos?
Marido: Por supuesto que no, ella es zurda.
Esposa: — silencio —
Marido: Mierda.
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