En la parada del autobús, Johnny, de 6 años, espera junto a su madre. Ella se inclina y susurra:
“Compraré un billete para mí, pero si el conductor me pregunta cuántos años tienes, di que tienes 5. Así no tendré que pagar por ti”.
Llega el autobús y suben. Mamá compra un billete de ida y vuelta para adultos al centro.
El conductor, mirando a Johnny, sonríe y pregunta:
“¿Y cuál es tu nombre, joven?”
Johnny sonríe radiante. “¡Soy Johnny!”
El conductor asiente. “¿Y cuántos años tienes, Johnny?”
“Tengo 5 años”, responde Johnny con seguridad.
El conductor se ríe y continúa: “¿Y cuándo cumplirás 6 años?”
Johnny sonríe ampliamente. “¡En cuanto me baje del autobús!”
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