

Dos hombres circulaban a toda velocidad por una carretera rural en una motocicleta cuando el conductor redujo la velocidad y se detuvo.
Su chaqueta de cuero tenía una cremallera rota y le dijo a su amigo: “Ya no puedo conducir con el aire golpeándome así en el pecho”.
“Simplemente ponte la chaqueta al revés”, le aconsejó su amigo.
Continuaron por la carretera pero en la siguiente curva perdieron el control y se estrellaron.
Un agricultor cercano se enteró del accidente y corrió a llamar a la policía.
Le preguntaron: “¿Muestran alguna señal de vida?”
“Bueno”, explicó el granjero, “el conductor lo era hasta que le giré la cabeza en la dirección correcta”.
Để lại một phản hồi